El Diario de León se ha hecho eco del trabajo del Voluntariado para el Censo del Lobo Ibérico en un artículo publicado el 30 de julio. En él se puede ver la divergencia entre Ángel M. Sánchez, director del proyecto del censo y Mario Saénz de Buruaga, encargado de realizar el censo oficial de la Junta de Castilla y León.

El artículo deja claras las diferencias entre el censo oficial, pagado por la Junta, y los datos que vamos consiguiendo desde el Voluntariado, aunque deja abierta la puerta a que se pudieran llegar a la mismas conclusiones cuando el Voluntariado tenga más datos, durante más tiempo. Lo que ocurre es que la discrepancia en los datos no es solo una cuestión de diferencias en la metodología, sino que el censo oficial está claramente influenciado por intereses políticos.
Los datos sobre la cantidad de lobos por manada, que nosotros valoramos entre 3 y 5 ejemplares, están basados en nuestras observaciones con cámaras de fototrampeo, que coinciden con las observaciones del FAPAS en Asturias, a las estimaciones de los censos realizados en la vecina Portugal e incluso son más cercanas a las establecidas por el censo del ICONA allá por 1988. Por eso no podemos estar más en desacuerdo con los 8-10 ejemplares que plantea el censo de Mario Saénz de Buruaga.
De todas formas, más allá del baile de cifras, las Administraciones y los directores de estos censos no están teniendo en cuenta algo tan importante para la conservación de cualquier especie como la calidad del hábitat (escasez de especies-presa incluida) y el problema de la mínima variabilidad genética actual, que sin duda es su mayor amenaza. La «gestión» del lobo que proponen estos sectores impide la dispersión de la especie y la presión del sector cinegético impide tener unos hábitats sanos. De nada nos sirve tener recluida a la especie en unas cuantas sierras del noroeste peninsular, ya sean 1000 o 2000.
Así, son muchas las asociaciones y particulares que recelan de la metodología y los datos recabados por los censos oficiales y llevan tiempo tomando muestras de forma individual, pero para saber los datos reales hace falta poder recabarlos con la misma metodología. El Voluntariado para el Censo del Lobo Ibérico no es una asociación, sino un proyecto científico que recoge y ampara esta necesidad de realizar una estimación independiente. Para eso necesitamos voluntarios en todas las zonas loberas del país.
Si quieres formar parte de este proyecto, escríbenos a voluntarios@censoloboiberico.org