El pasado lunes 8 de abril, el Voluntariado para el censo del lobo ibérico y evaluación del estado de conservación de sus hábitats naturales, presentó su nueva etapa, junto a la Universidad de Alcalá, a todo aquel que se quiso acercar al aula 23 de la Facultad de Ciencias Ambientales.
El aula estaba prácticamente llena, esperando a escuchar a Ángel M. Sánchez, profesor honorífico del departamento de Ciencias de la Vida, de la UAH y coordinador del proyecto lobo; a Roberto Hartasánchez, presidente del FAPAS, una de las organizaciones más veteranas y que más han hecho a favor de los grandes depredadores en la cordillera cantábrica; a Fernando Prieto, ecólogo y director del Observatorio de la Sostenibilidad, dedicada a realizar informes independientes sobre temas relacionados con el medio ambiente y la sostenibilidad y, por último, a Patricio Jiménez, director de la revista digital Cultura Animal, webmaster y coordinador del área de comunicación del proyecto lobo.

La jornada comenzó con la intervención de Fernando Prieto que comentó el último proyecto en el que el Observatorio ha colaborado con el proyecto del Censo, elaborando un informe sobre la mortandad no natural del lobo ibérico en el año 2017.

Además de hablar de otros proyectos que volverán a reeditarse próximamente.

Roberto Hartasánchez explicó cómo, desde el FAPAS, en los 35 años de vida de la organización, han intentado cambiar la concepción que del oso y del lobo se tenía en las zonas rurales, intentando minimizar el impacto negativo que estos animales tienen sobre la ganadería, las colmenas de miel y las plantaciones de frutales.

El trabajo del FAPAS es eminentemente en el campo, con investigación, estudios sobre dinámica poblacional, sobre comportamiento, plantación de frutales, etc. Pero también ejercen una labor muy importante de denuncia sobre actividades privadas y públicas que vayan en contra de la conservación del medio natural, por eso su relación con algunas Administraciones no es muy fluida.

Por su parte, Patricio Jiménez hizo un repaso a la historia de la web del censo, creada en 2016 y que tuvo el año pasado más de 8.000 visitantes.

Además de explicar los objetivos a corto y a largo plazo de una web que pretende recalcar el espíritu científico del proyecto y convertirse, no solo en altavoz del proyecto, sino en página de referencia sobre la situación del lobo ibérico.
Con intervenciones a lo largo de toda la jornada, dando paso al resto de ponentes, Ángel M. Sánchez hizo un repaso a la mala situación del lobo en España, a pesar de que, desde algunos sectores como cazadores, ganaderos y Administraciones, intenten hacer llegar a la población la idea de que el lobo está en expansión.


La variabilidad genética del lobo es precaria, debido al gran cuello de botella que se generó tras el gran exterminio que se produjo hasta los años 70. Pero la caza, legal e ilegal sigue sucediendo, lo que impide que pueda, realmente, expandirse por sus territorios naturales, siendo eliminado sistemáticamente de zonas clave como Salamanca, Soria…
La convivencia es posible, sabemos cómo y solo es necesario empezar a trabajar en serio.

El Voluntariado del Censo es un proyecto que creemos imprescindible para intentar cambiar la dinámica actual. Es la sociedad civil la que debe, a través de la ciencia ciudadana, darle un vuelco a una situación enquistada en viejos argumentos que se repiten desde hace siglos. Se trata de hacer estudios independientes, que obliguen a las Administraciones a tomar partido de una vez y dar una réplica, con datos, a los nada fiables censos oficiales.
Tras una rueda de preguntas, donde se vio el interés que el tema había suscitado, acabó la jornada, con la sensación de que habíamos descubierto todo un mundo a muchos jóvenes universitarios que serán los que deban continuar esta tarea en el futuro. Fue un poco sorprendente cómo se generaba una sorpresa en todo el aula cuando los ponentes mostraban imágenes de celadores y guardas de la Administración Pública con lobos muertos mostrados con orgullo, como piezas de caza, o cómo Hartasánchez contaba que la Administración asturiana impide cualquier estudio científico que no sea realizado por ellos mismos.

Alguien preguntó si no había que hacer más hincapié en la educación ambiental en los colegios, pero creo que hay una labor muy importante que hacer, también, en dar información que sirva de contrapunto a la «verdad» que está impuesta desde algunos lobbys muy influyentes, pues hay muchos ciudadanos que no saben que con dinero público se está aniquilando un patrimonio que es de todos.
