Categorías
Cantabria Del lobo Noticias

¿Y si matar lobos no es la solución?

Ayer, un voluntario del censo me mandó una noticia de El Diario Montañés, que se puede ver aquí, sobre el ataque de lobos a 20 ovejas en Tudanca, Cantabria. Una noticia cuya lectura en profundidad plantea cuestiones interesantes.

Los lobos atacaron a escasos 100 metros de las casas del pueblo, matando a 16 e hiriendo gravemente a otras cuatro. Los mismos ganaderos aseguran que «jamás habían bajado tan cerca de las casas». En este caso, según ellos mismos, los lobos se colaron por debajo de la malla ganadera que rodeaba el recinto donde las tenía guardadas.

captura-de-pantalla-2016-10-05-a-las-20-39-14
El Diario Montañés
captura-de-pantalla-2016-10-05-a-las-20-37-46
El diario Montañés

Las imágenes demuestran los daños y es comprensible el enfado de los ganaderos que dicen no estar en contra de la conservación del lobo pero sí hartos de que les maten a sus animales. Lo cual es comprensible.

Obviamente nadie está a favor de que los ganaderos tengan pérdidas, pues a pesar de que se las puedan pagar o no, es fácil suponer la frustración de levantarse una mañana y encontrarse a su ganado mordido y atacado.

Pero debemos superar la dicotomía entre lobo sí o lobo no y los viejos mitos que siguen circulando, como que los lobos «No atacan para comer o por hambre sino por verdadero instinto de matar. Son depredadores. Si tuvieran hambre se comerían dos o tres animales pero no producirían este destrozo» como afirma uno de los ganaderos de Tudanca en esta otra noticia.

Los lobos, si pueden, intentaran matar más animales para tener provisiones más adelante. No hay nada maléfico ni demoniaco en ello. Si comieran bellotas harían exactamente lo mismo que las ardillas.

La solución propuesta por el Gobierno de Cantabria según la noticia de El diario Montañés es:

«De manera extraordinaria, y desde el próximo fin de semana, la Consejería «ha autorizado que se mate un lobo por cacería de jabalí permitida» en la zona que se ha visto afectada por los ataques: Tudanca.»

Pero el mismo diario afirma que:

El número de lobos a los que se ha dado muerte en lo que va de temporada cinegética en Cantabria –24 hasta el 15 de septiembre– son justo el doble de todos los que se abatieron en el periodo precedente, 2014-2015.

Los contabiliza el Servicio de Conservación de la Naturaleza, organismo dependiente de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación. En total, se llevan matados 153 lobos desde 2009 en la región.

Si se han matado más lobos que nunca y hay más ataques y más atrevidos, no es descabellado pensar que esa solución no funciona. Parece más una dinámica de dar el caramelito a los ganaderos, muchos de ellos también cazadores, para que se callen, ya que, en el fondo, parece obvio que el problema, no solo no se resuelve, sino que va a peor.

Los especialistas en la especie hace tiempo que nos han dado la explicación. Matar a miembros de una manada, al azar, al que tenga la mala suerte de cruzarse por delante de la mira telescópica, tiene como consecuencia desestructurar la manada. No solo si cae el alfa, sino que si de una manada de cinco o seis ejemplares, mueren dos o tres, tendrán muy difícil cazar ciervos, corzos y jabalíes. El resultado del hambre es atacar al ganado, venciendo su temor al hombre y salvando todos los obstáculos posibles.

Los conservacionistas serios saben que la vida de los lobos y el ganado doméstico va unida. Nadie quiere perjudicar a los ganaderos ni creen que solo ellos deban pagar las consecuencias de la conservación del lobo, pero no hay que dejarse engañar. Las batidas de lobos pueden no ser la solución, sino parte del problema.

Patricio Jiménez ()

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.