Madrid, 22 de junio de 2025. Este pasado domingo, miles de personas salieron a las calles de Madrid para alzar la voz, una vez más, en defensa del lobo (Canis lupus Linnaeus, 1758). Una especie emblemática e imprescindible en los ecosistemas ibéricos que vuelve a estar en grave peligro tras los recientes retrocesos legislativos que tuvieron lugar el pasado 20 de marzo, cuando a través de una triquiñuela legal, mediante la Ley 1/2025 de Desperdicio Alimentario que fue aprobada en el Congreso de los Diputados, se permitió de nuevo su caza, en forma de “controles poblacionales” acientíficos e irracionales, por parte de funcionarios de la administración en varias comunidades autónomas del territorio español.
La manifestación, convocada por las organizaciones científicas, conservacionistas, ecologistas y animalistas: Animal Guardians, Anima Naturalis, Ecologistas en Acción, Sociedad Científica DIRUS/Voluntariado Censo Lobo, Grupo Lobo Asturias, Lobo Marley, Plataforma NAC Y WWF, y apoyada por otras casi 200 entidades y una sociedad civil comprometida, exigió la reincorporación inmediata del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE) y la prohibición definitiva de su caza en todo el territorio nacional.
UNA ESPECIE CLAVE PARA LOS ECOSISTEMAS.
El lobo es un emblema de la biodiversidad de la península ibérica, y además desempeña un papel fundamental como depredador apical en los sistemas ecológicos naturales. Su presencia contribuye al control natural de las poblaciones de ungulados silvestres y evita la transmisión de zoonosis, equilibrando y beneficiando, de este modo, dichos ecosistemas e incluso los intereses humanos. La comunidad científica destaca que su conservación no es solo un imperativo ético, sino también funcional y estratégico.
Tras su inclusión en el LESRPE en 2021, el lobo alcanzó un nivel de protección mayor en todo el Estado español, equiparándonos a nuestro vecino, Portugal, que ya alcanzó este nivel en el año 1988. No obstante, decisiones políticas recientes y la presión de determinados sectores económicos privados han provocado que los gobiernos de varias comunidades autónomas como Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja, etc., reanuden prácticas de control letal, incumpliendo el espíritu de una protección nacional coherente y basada en la Ecología.
SITUACIÓN DE CONSERVACIÓN DEL LOBO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA.
Después de haber estado al borde mismo de la extinción en España y Portugal durante los años 70 del pasado siglo XX debido a la caza indiscriminada, el lobo sufrió un grave cuello de botella genético, ya que solamente sobrevivieron unas pocas decenas de individuos con capacidad de reproducirse. De aquellas arenas, los lodos actuales, que según ha demostrado la literatura científica, han supuesto una alta endogamia y una muy escasa variabilidad genética en los lobos que habitan en la península ibérica, lo que implica una escasa capacidad adaptativa ante circunstancias externas; cualquier enfermedad, por ejemplo, podría poner en serio peligro a la población de lobos que habita en España y Portugal, comprometiendo su futuro.
En este año 2025, cuando ya hay más linces ibéricos que lobos en la península, no existe NINGUNA razón científica, técnica ni por supuesto ética o ecológica para que, mientras nuestros felinos más emblemáticos ostentan uno de los máximos grados de protección (ya que continúan en peligro de extinción), a nuestros lobos hayan vuelto a cazarlos comprometiendo su propia supervivencia.
Tal y como se constata en la literatura científica, la gestión letal de una especie como el lobo, altamente jerarquizada, que auto-regula sus poblaciones mediante su propia eco-etología, es contraproducente y empeora el interesado conflicto con el que nos bombardean continuamente desde ciertos medios afines a asociaciones y sindicatos agro-ganaderos e incluso desde las propias administraciones autonómicas.
UNA LEGISLACIÓN FRAGMENTADA E INSUFICIENTE.
Tratar de conservar/gestionar a una especie como el lobo de forma segregada y territorializada es un grave error, dada la compleja dinámica de esta especie. Se requieren estudios a medio/largo plazo y una visión ecológica unificada en todo el territorio. La población de la península ibérica es UNA ÚNICA POBLACIÓN, y su estado de conservación en zonas septentrionales (no favorable) influye de manera directa en las meridionales.
El lobo no puede continuar siendo una moneda de cambio entre administraciones ni tampoco debe ser conservado/gestionado según los intereses de sectores privados o de políticos sin escrúpulos ávidos de votos.
CONVIVENCIA REAL EN LUGAR DE MUERTE.
Frente a la reanudación de la caza del lobo en España, nuestra organización defiende un enfoque basado en la mejor Ciencia disponible, así como en una coexistencia responsable por parte del sector agro-ganadero basada en la buena praxis: guarda nocturna de ganado, agrupación de partos, utilización de perros de guarda debidamente entrenados, cercados eléctricos, GPS, etc., y además una correcta fiscalización por parte de la administración, así como contratos territoriales en lugar de ayudas e indemnizaciones indiscriminadas de dinero público, ayudas a los buenos ganaderos en lugar de a los que tienen ataques repetidos, etc.
Reclamamos también una gestión estatal de la especie basada en criterios científicos, abandonando el sistema de competencias delegadas en las administraciones regionales, con un sistema de seguimiento riguroso, metodología estricta y fiable debidamente fundamentada en un adecuado esfuerzo de muestreo y el conocimiento de los territorios, así como mínimamente invasivo y apoyado en un estricto código ético para el estudio de grupos e individuos, teniendo en cuenta, por supuesto, la fenología de la especie. Además, consideramos IMPRESCINDIBLE separar los intereses de sectores privados de los de la conservación de la biodiversidad. De ningún modo, los intereses de estos lobbies de presión pueden ni deben influir sobre la preservación del Patrimonio Natural Común, en este caso el lobo, un bien superior a cualquier interés privado.
En el ámbito de Europa Occidental, España debe continuar siendo un ejemplo en conservación de su Patrimonio Natural Común, y no puede unirse a los países “ricos y desarrollados” que gestionan su biodiversidad, especialmente en cuanto a depredadores, a tiros: Noruega, Suecia, Dinamarca, Suiza, Austria, Francia, Croacia, Eslovaquia, Rumanía, etc.
LA SOCIEDAD QUIERE UN FUTURO CON LOBOS.
RECLAMAMOS a los gobiernos de las diferentes CCAA que han comenzado las matanzas de lobos de manera unilateral e ilegal, con fondos públicos y con métodos ajenos a la más mínima ética o moral, pero por supuesto también al Gobierno de la Nación y en su nombre al organismo responsable de la conservación de la biodiversidad en España, es decir, al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO/MITERD); que adopte, de MANERA URGENTE, las medidas necesarias (legislativas, judiciales, incluso de preservación del orden público) para poder restaurar la estricta protección legal del lobo en todo el territorio nacional, así como una política ambiental firme y basada en la Ciencia. La exclusión del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE) supone una amenaza directa y muy grave a la especie, vulnera los compromisos de conservación de España ante la Unión Europea (UE) y abre la puerta a una gestión acientífica, arbitraria y de todo punto insostenible. No existe sostenibilidad sin biodiversidad, y, por supuesto, tampoco sin grandes carnívoros, que son una pieza fundamental para el equilibrio y conservación de esta diversidad biológica.
La sociedad civil, debidamente informada, concienciada, responsable e independiente, debe tener un importante papel en este proceso. Y nosotros, como entidad científica independiente, seguiremos trabajando para conseguirlo.
JUNTA DIRECTIVA
SOCIEDAD CIENTÍFICA DIRUS
Proyecto de Voluntariado para el Censo del Lobo en la Península Ibérica



