Es magnífico estar rodeado de naturaleza, caminando con personas que comparten un objetivo, una ilusión y repletos de motivación. Observar cada mata, escudriñar cada metro del suelo y de pronto… ¡uno de nosotros encuentra un indicio! la curiosidad hace que el grupo se reúna en torno a este.
Fotografías, mediciones y alegría por lo que este hallazgo significa. El sentimiento en el momento de encontrar… ¡es verdaderamente emocionante! al menos así lo viví yo. Este sería un brevísimo resumen de lo que supone una salida de campo en el Censo.
Pero el privilegio de compartir este recorrido con dos profesionales como Fernando Palacios y Ángel Sánchez, lo transformó en una enorme oportunidad, una formación de lujo que hace de un transecto una verdadera experiencia en la que uno escucharía aunque no tuviera oídos.
Tuvimos la gran suerte de poder encontrar numerosos indicios de la presencia de lobo en la zona, y por supuesto de otros muchos animales. Aprendí muchísimo en cada uno de estos rastros, en cada una de las atentas observaciones y las explicaciones que nos brindaron. La seriedad y la profesionalidad impregnaban cada indicación. Las risas, el buen ambiente, la comida grupal con unas vistas magnificas y por supuesto una gran compañía, me hicieron sentir arropado aún yendo sin conocer a nadie, como fue mi caso. Cuando regresé a mi casa, una sola idea rondaba mi cabeza: ESTOY DESEANDO VOLVER.
¡¡¡Gracias compañeros y maestros!!! Nos vemos muy pronto para seguir las huellas de nuestro amado lobo.
Pablo Indeguy
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